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LOS HIPOPOTAMOS DEL LUANGWA
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Acabo de salir de camino a Buffalo Camp, con las prisas he salido sin mi equipo habitual, mi linterna (aunque sea por la mañana), mi machete, la radio, una botella de agua y el rifle. Es igual, la rutina me hace relajarme y muchas veces perder la sensatez....
En dirección a Buffalo he decidido ir por la pista principal, llegar hasta casi la primera puerta del Santuario y desde aqui girar a la izquierda y seguir la pista hasta el Mwaleshi.
He recorido esta pista miles de veces, muchas veces solo, acompañado o con clientes, recuerdo que la primera vez que cruce el cauce seco y arenoso del Chimbwe me quede aqui trabado y no pude salir hasta que por casualidad paso una biologa que estaba tratando de hacer un recuento de Leones, ella llevaba un winchi en el coche y fue facil sacarnos...
Me encanta este camino.
Después de la bifurcación hacia el Pontoon hay una gran explanada, casi todos los arboles de la misma están caidos o muertos. Esto indica que en la época de lluvias la zona se inunda y que en el pasado los Elefantes se ocuparan de estos arboles, comiendoles la corteza y matandolos, ahora son testigos fósiles de un pasado esplendoroso.
Aqui hemos visto con frecuencia a la manada de Leones de los tres hermanos.
Después la pista se dirige derecha hacia el Oeste y se llama Delia Cutline, imagino que fue ella quien la abrió, ya que llega directamente hasta Delia Lagoon, donde instaló uno de sus campamentos en el Parque. Esta pista sigue el rio Chimbwe, rio al que tambien sigue el gran rebaño de Búfalos de la zona, es facil verlos en un lugar u otro, pero siempre cerca de alguna fuente de agua, necesitan beber una vez al dia, y esto a veces se les complica. El gran rebaño se va moviendo a lo largo de los dias, y los Leones los siguen. Desde Delia Camp hasta Mpika se tardan, mas o menos, unas cuatro horas....
Cuantas veces habré hecho este trayecto mientras construía Delia !!!!!, a menudo hasta cuatro veces al dia !!!!!. Pero hoy me dirijo hasta Bufalo, y en el camino me van surgiendo todos estos recuerdos... solo tenia que llevarles lo que necesitaban y regresar en el dia a mi campamento.
Había salido de madrugada y para ser sincero me agradaba tener un dia de soledad en la sabana Africana.
Y así, sin ningún problema, llegue hasta Bufalo, y después de tomar una Mosi bien fria con mi amigo Sunday volvi de regreso al camino. Iba con un coche que llamábamos Lady Delia un Toyota Land Cruiser de techo duro, el coche había sido de Elsabe, la antigua Biologa de la Sociedad Zoological de Frankfurt en Marula Puku. El coche no estaba mal, pero la llave se había roto y cada vez que que le encendíamos le hacíamos un puente, ademas frenaba muy mal, pero bueno, esto no es la Gran Via !!!.
Después de haber recorrido unos cuantos Kilometros se me bloqueo la dirección, imagino que fue por no llevar la llave en el contacto, el coche se salió de la pista y como no pude frenar bien termino parándome un árbol. Iba despacio, como casi siempre, así que no sufrimos (el coche y yo) ningún desperfecto importante, pero una vez terminado el incidente ... todo se paro durante unos minutos. Silencio... sin radio, sin agua, sin machete, sin rifle, sin linterna... en mitad de la nada, en un lugar donde quizas no pasase otro coche en dias, o semanas... con la dirección bloqueada...
Bien, en mi campamento sabían donde iba, desde Bufalo habían avisado por radio de mi llegada y de mi salida y seria en cuestión de horas el posible rescate... De todas formas el haber pasado tanto tiempo en Africa y ademas construyendo un campamento en donde no había ni carreteras te hace ser autosuficiente, y con mucha tranquilidad y serenidad buscar soluciones practicas a todo, así que poco a poco fui construyendo con un pedazo de madera una especie de llave, como no podia ser tan fina desarme el bombin del coche y junto con su parte gruesa y el palito fabricado consegui desbloquear la dirección... Con una fuerte carcajada reinicie mi camino de vuelta. Había pensado regresar por el Luangwa, asi podría ver la fauna de la zona para planear los Safaris que iba a tener con los próximos clientes, pero es esta una zona con muchos Elefantes y bastante vegetación, y yo solo, con el vehículo en estas condiciones no lo hacia aconsejable, así que me decidi a regresar por donde había venido. Ya eran suficientes sustos por hoy !!!!
viernes
Grandes Felinos en DELIA CAMP
Lo que es indudable es que el número de depredadores es directamente proporcional al número de herbívoros que les sirven de sustento. Así en las explanadas y zonas húmedas que están atestadas de Pukus e Impalas es muy fácil ver las señales de algún gran Leopardo, huellas, excrementos, señales en los árboles… si además en esa misma zona realizamos Safari nocturno, insistiendo y buscando día tras día, es seguro que obtendremos el premio de una observación segura y además en plena actividad de caza. Tengo comprobado que los Impalas y los Pukus pasan la noche en sitios distintos a donde suelen estar pastando por el día. Son ágiles y muy veloces, pero por la noche no ven nada, es por esto que se agrupan en grandes explanadas con visibilidad y con capacidad de movimiento, sin temer la emboscada del Leopardo, preparado morfológicamente para una caza implacable y para poder ver en total oscuridad. Así todo debo decir que este año, una vez más, hemos visto varios Leopardos, por el día, y además en Safaris a pie, algo que es tan difícil que parece increíble de creer.
En cuanto a los Leones, según mi experiencia, siguen los movimientos de los grandes rebaños de Búfalos, estos van haciendo un movimiento circular en determinadas zonas del parque, que indudablemente incluyen zonas de pasto y varias zonas para abrevar, ya que necesitan beber una o dos veces al día.
Llegado el climax de la época seca las zonas de agua van desapareciendo y los Búfalos van reduciendo el círculo en el que se mueven, entonces los Leones simplemente separan sus grupos en subgrupos más pequeños de tres a cinco miembros y esperan en los pasos seguros de estos herbívoros.
En Delia Camp tenemos un rebaño de más de 1000 Búfalos y muy cerca dos zonas de pasto y tres abrevaderos, Kampi Kampi Lagoon, Delia Lagoon y el propio río Luangwa, una zona en las explanadas y otra justo junto a Delia Camp. Así que este año los avistamientos de Leones han sido formidables y los rugidos que podemos escuchar desde Delia en la noche Africana casi permanentes.
Babuinos Carnivoros
El Safari se desarrolla de forma normal, andamos hacia las explanadas. Este es un lugar en el que siempre vemos animales, los Pukus y los Impalas están pastando distraídos muy cerca de nosotros, y cuando nos ven salen en estampida haciendo que el suelo bajo tus pies vibre y retumbe. Es común ver por la vecindad a un gran rebaño de Búfalos, que en un número superior al millar tienen que venir a beber del río cada día, y en días de sequía incluso dos veces. A los Búfalos les siguen los Leones y normalmente los tres enormes machos de la manada de esta zona patrullan el lugar rugiendo fuertemente. En definitiva y como os decía, es un lugar lleno de vida.
Después de visitar las explanadas nos adentramos en la Sabana, aquí andamos con más cuidado, la visibilidad es menor, la espesura es mayor y podemos sorprender a algún animal asustado. De vez en cuando salimos al río para observar alguna baña de Hipopótamos, que a medida que la sequía aumenta se hacen más numerosas y comprimidas. Vemos alguna situación curiosa como unas Mangostas que tratan de robar los huevos de un nido de cocodrilos y como su mama nada desde la otra parte del río a defenderlo, y cuando llega las ataca lanzando dentelladas al aire haciendo que el ruido nos corte la respiración.
Seguimos nuestro Safari y de nuevo nos adentramos en la espesura, después de andar unos metros comenzamos a escuchar algo desconocido, que nos deja petrificados a todos, incluso el Scout no sabe identificar su procedencia, nos miramos con cara de sorpresa sin hacer el mas mínimo ruido, es como el llanto de un niño, exactamente igual…. ¿Qué es eso?.
Inmediatamente reaccionamos y nos pusimos en marcha a paso ligero, directos a la procedencia de ese llanto. Pronto oímos mas revuelo, pisadas sobre hojas secas, carreras, peleas y el inconfundible ruido de los Babuinos cuando se pelean. Y más adelante vimos algo escalofriante, vimos como varios machos de Babuino, los más grandes del grupo, le habían arrebatado su pequeño a un Bushbock. Este emitía ese llanto tan parecido al de un niño mientras su pequeño era despezado por los primates, sin duda alguna muy hambrientos a causa de la sequía.
Desde ahora puedo decir sin temor a equivocarme que los Babuinos también comen carne, e incluso cazan, algo que anteriormente ha sido negado reiteradas veces. Es cierto que la mayoría de los antílopes cohabitan pacíficamente con los Babuinos e incluso se ayudan en sus señales de alarma contra los depredadores más importantes como Leopardos, Leones y Hienas, pero no olvidemos que poseen poderosos caninos dispuestos a todo en los momentos difíciles de adversidad y sequía.
lunes
El pequeño Willy
Son las 18 horas y no falla. Cada tarde un pequeño hipopótamo sube con dificultad el escarpado banco del río Luangwa, aparece casi delante del Bungalow numero tres, es pequeño, pero anda confiado hasta la piscina, donde cada tarde le espera su cena. Willy tiene nueve meses, y le conozco desde que nació. Su familia estaba instalada frente a nuestra terraza y le veía, muy pequeñito, jugar y correr alrededor de su madre. Era tan pequeño que me recordaba a mi perro, cuando le veía no podía dejar escapar una leve sonrisa mezclada con la amargura del sentimiento del ser querido que muere, mi Bulldog falleció el año pasado. Me recordaba muchísimo a el. Los hipopótamos son animales gregarios, las bañas las forman familias completas, y estas bañas, en situaciones difíciles de sequía o peligro, se juntan con otras más, hasta formar unidades de más de trescientos ejemplares, como las que tenemos en el Parque Nacional de North Luangwa. Este no era el caso de Willy, su familia era pequeña, tan solo eran ocho hipopótamos y nació el pequeño Willy para ser nueve, del agua muchas veces salían a sestear a la luz del sol, en la orilla del río y Willy no paraba de corretear y de incordiar a todos. El río Luangwa va perdiendo agua drásticamente a medida que la estación seca se prolonga, y los hipopótamos se van trasladando hasta encontrar aguas que les cubran por completo. Así la familia de Willy se fue desplazando unos metros hacia el Sur. Un buen día desaparecieron. No volvimos a verlos, y supuse que se habían desplazado, pasando la esquina del río de la que tenemos visibilidad desde el campamento. No volví a preocuparme por ellos, me dio pena no poder disfrutar de su compañía, y para los clientes era un aditivo adicional a la extraordinaria naturaleza que nos envuelve. Pero un buen día descubrí una manchita oscura en el otro margen del río, rápidamente cogi mis primaticos y vi al pequeño Willy, solo, muy solo, durmiendo en la arena del río. Me quede paralizado, ¿Qué estaba pasando?, Willy permaneció allí durante días, y por la noche cruzaba el río para pastar en el poco césped que teníamos en Delia Camp, era demasiado pequeño para subsistir solo, ¿Dónde estaba su madre?, ¿Y su familia?, son incógnitas que nos hicimos en su día, su madre nunca le hubiera dejado solo tan pequeño, suponemos que murió, presa de los leones o de alguna enfermedad fatal. Fue entonces cuando Willy empezó a aparecer en Delia, cada noche, y así empezamos a procurarle alimento, de otra forma hubiese muerto con toda probabilidad, junto a Delia, en un recodo del río ha ubicado su casa, escondido pasa los días sumergido en el agua y rodeado de un montón informe de palos y ramas que le hacen invisible al resto de los animales, ya ha crecido un poquito mas y aunque tiene cerca de nueve meses sigue siendo tremendamente vulnerable a los Leones e incluso a otros Hipos. La otra noche apareció en Delia un enorme Elefante macho de tres metros y medio de altura, y junto a la piscina empezó a comer una Palmerita que recientemente había brotado, justo junto a la comida de Willy y a la hora que Willy aparece, y efectivamente, mientras observábamos ensimismados, a escasos metros, como el Elefante comía vimos a Willy aparecer rápidamente preocupado por su cena, se acerco sin recato, derecho a por su ración, y el Elefante en una mezcla de indignación y sorpresa le echo del lugar muy suavemente, nuestro pequeño Hipopótamo lejos de intimidarse volvió a su sitio y al final fue graciosamente tolerado por el enorme proboscidio que no comió ni un gramo de su comida.
Hoy estoy observando la casita que Willy tiene en el río mientras escribo estas líneas, y estoy preocupado, el río baja su caudal drásticamente, la sequía se hace dueña del entorno y no terminan de llegar las lluvias, que quizás se demoren hasta Noviembre, cada vez hay menos agua y de vez en cuando veo a Willy escarbar con las patas para conseguir mas profundidad de agua en su lecho, no se que va a pasar, pero su madre no tuvo tiempo de enseñarle que cuando falta agua en el río hay que buscar otras zonas donde vivir, hay que bajar el cauce del rió para poder encontrar zonas mas caudalosas. La protección natural de un Hipopótamo es el agua, sin ella esta acabado. Espero que Willy lo consiga y pueda verle el año que viene hecho todo un chaval volviendo a Delia para buscar la cena.
martes
Los beneficios de North Luangwa
"En mis noches de Kapani escuchaba embelesado la llamada de los Leones que merodeaban en la vecindad, a veces en la lontananza, a veces muy cerca, y a menudo dentro del mismo campamento….
…. En general los rumores nocturnos de la sabana africana, son el más admirable sedante, aunque tengo que reconocer que este jaleo de los Leones tan próximo era, a veces, más que preocupante. Pero en circunstancias normales es un verdadero placer, despierto en la cama, imaginar y tratar de interpretar los sonidos de los habitantes de tan extraño mundo. Es un mundo totalmente distinto al que nos es familiar durante el día."
Norman Carr "Retorno a la selva" Ed. Alfaguara
Creo que fue hace ya más de 10 años cuando conocí a Norman Carr, emocionado iba a entrevistar para una televisión extranjera a uno de los grandes mitos del Africa actual. Norman Carr, antiguo cazador blanco, renuncio a la caza en pos de la conservación, escribió sus vivencias y desarrollo un sistema extraordinario en los parques nacionales de Zambia, en el que la gente local se beneficiaba directamente de la entrada de divisa gracias al turismo. De esta forma termino con la caza furtiva de subsistencia de una forma defendible moralmente.
En la entrevista recuerdo que hizo especial hincapié en las virtudes máximas de nuestros parques. En los parques de Zambia se pueden hacer safaris a pie y safaris nocturnos en coches totalmente abiertos, esto no tiene igual en ningún parque nacional africano. Ya no solo podemos imaginar, como el escribe, los ruidos de la noche Africana, interpretando que es lo que esta haciendo la hiena, el chapoteo rítmico en el agua del hipopótamo, los gritos estridentes de las avefrías, o el ronco rugido del León. Ahora ya se puede observar, envuelto en misterio y oscuridad, protegido con el todo terreno e iluminando con un potente foco, la otra Africa,
lunes
Campamento en la noche Africana
La noche cae, instalamos nuestro campamento escogiendo minuciosamente el lugar, encendemos el fuego y pronto surge una animada charla sobre los acontecimientos del día, sentados alrededor del fuego del campamento y esperando a que se haga la cena cada uno comenta ilusionado sus nuevas experiencias, el olor a carne impregna el ambiente, a lo lejos los Hipopótamos salen del agua y sus voces se escuchan en todo lo largo del río, las Hienas se les unen desde todos los puntos de la sabana lanzando largos y fuertes gritos, la interminable orquesta de sonidos naturales invade la noche, nuestra charla se transforma en murmullo, y un manto mágico y salvaje nos envuelve a todos, pronto nos quedamos mudos al escuchar el ronco rugido del León, sus bramidos truenan en la noche, el León, el rey que domina la noche Africana desde milenios, se encuentra a escasos metros de nuestro campamento, despacio nos levantamos de nuestras sillas, y con ayuda de las linternas descubrimos sus siluetas, el brillo de sus retinas al chocar con la luz de nuestras linternas les delata y nos damos cuenta de que aquí somos un injerto extraño en la perfecta maquinaria de la vida y muerte en
viernes
Los Leones devoradores de hombres
"... Con la mosquitera recogida sobre su cabeza y los toldos de la puerta levantados, veía el río Luangwa y el pueblo situado al otro lado donde hacia tres noches el Leon había matado a una mujer llamada Jesleen. El primer día de campamento había oído hablar del animal asesino..."
Los fantasmas del Tsavo · Philip Caputo
El valle del Luangwa comprende una zona de gran extensión, donde conviven los animales salvajes y los hombres desde el inicio de los tiempos. Es de las pocas zonas de África donde los parques nacionales no están acotados con vallas o con barreras urbanísticas difícilmente franqueables por los animales, así que, no he visto en ningún otro lugar de este maravilloso continente, unos hombres poseedores de un sexto sentido como aquí, preparados para el rastreo y la localización de animales desde niños, a veces resulta increíble comprobar como ven un León a muchos metros de distancia y como a ti, sabiendo donde esta, te es imposible verlo.
Asi todo, esta convivencia, produce encuentros peligrosos, y los Leones viejos y hambrientos buscan presas fáciles, por lo que cada año es un buen numero de lugareños el que muere en las fauces de estos enormes felinos. Hay un pueblo, cerca de Luelo, en la comunidad Chifunda, donde no quedan perros domésticos, los Leones en la noche visitan los poblados y ellos son los primeros en caer.
No sin un cierto estremecimiento imagino a los Leones en la oscuridad de la noche caminando en silencio junto a las chozas...
jueves
El Hipopótamo de Pau
Esa mañana salimos hacia el Sur, generalmente encontramos Búfalos en las explanadas y en los lagos secos suelen merodear los Leones. También pasamos por el Lago Verde y por la charca de Soltaire, el viejo hipopótamo. Abría la expedición nuestro Scout, le seguía Boston, nuestro tracker, detrás iba yo seguido de mis clientes, la familia Bonet y Bernat, un amigo de los mismos, que siempre nos había comunicado sus miedos, pero he de decir que ese día se comporto como todo un valiente. ¿Qué fue lo que sucedió?.
En cada safari les doy a mis clientes todas las indicaciones necesarias a seguir ante la eventualidad de un ataque animal, raras, muy raras veces ocurre, pero ante estas circunstancias debemos enseñar que es lo que se debe hacer. Básicamente se debe permanecer en silencio y quietos, muy quietos, detrás mío. Hay que dejar hacer a los profesionales, que rápidamente tomaran la alternativa y todo será simplemente una anécdota para recordar.
Esa mañana, nada mas terminar de dar esta charla a mis clientes, nos topamos con un hipopótamo cabreado, además, pensé yo, estábamos entre el y el agua…. mal asunto, le estábamos cortando su camino de huida hacia el agua, ellos en el agua se sienten seguros y nosotros le impedíamos huir… me di cuenta de la peligrosidad del momento, el Scout y el Tracker también, así que mientras yo les hacia señas a mis clientes de que se agrupasen detrás mío, el Scout trató de asustar al Hipopótamo, que lejos de reaccionar huyendo en sentido contrario reacciono con un poderosa carga hacia nosotros… parecía una locomotora… en ese momento vi, por el rabillo del ojo, como casi todos mis clientes salían corriendo ¡!!, a excepción de Pau y Bernat, inmediatamente comencé a dar palmadas, y entre las palmadas y el sonido de mi bocina el animal cambio de rumbo y huyo internándose en la sabana. Todo termino, aunque tuve que buscar al resto de mis clientes desperdigados por la zona.
lunes
El comienzo....
Hoy ya tenemos bar, energía y agua potable, pero nos ha costado, como decía, recuerdo la penuria de los primeros meses, durmiendo a la intemperie, rodeado de animales salvajes, bebiendo del río y comiendo la extraña comida de la gente de aquí, mis obreros me hacían Enshima, su comida tradicional, que con el tiempo he llegado a apreciar, recuerdo la soledad tremenda de esos días sin nadie con quien hablar, con quien compartir la ilusión, los desastres o una simple borrachera. Recuerdo el día que Sakala me dijo “Bwana, no te sientes muy solo?” y emocionado solo pude contestarle “Si Sakala, si”. Hoy ya todo ha cambiado, pero solo tengo que asomarme a la terraza de Delia, para recordar con emoción esos primeros días que yo solo se como fueron, y empiezo a sentir la luz de mi energía y como crece, y que yo solo se como es…
sábado
Fauna en Delia Camp
domingo
Honorable Rey Chifunda
El Jefe Chifunda ha muerto, me lo comunican por radio desde Control, yo voy conduciendo. La noticia es de suma importancia para todos los pueblos de alrededor, en Delia trabaja su hijo Mikron. La noticia me la vuelven a dar por radio desde la base Scout de Luelo y una vez más mis empleados desde el coche de suministros, aquí casi todo se trasmite a través de la radio,,, no hay teléfonos ¡!!!!!.
El Jefe Chifunda era un gran Jefe. Le conocí el año pasado, seguidor de tradiciones, en mi primera visita, sus consejeros me hicieron salir de la cabaña principal y volver a entrar siguiendo rigurosamente el protocolo, mi ignorancia me hizo ser un mal educado. Una vez me enseñaron como debía presentarme ante el, lo hice de forma exquisita. Así me arrodille y di tres palmadas en su presencia, el sonrió. No sabía hablar Ingles con soltura así que nos servían de intérpretes sus consejeros. Nunca me pidió dinero, cosa que en estos días suele ser habitual en estos monarcas. El solo me deseaba suerte en mi proyecto y trabajo y prosperidad para su gente, en definitiva, me dio muy buena impresión. Después de esta visita se sucedieron muchas mas, me gustaba ir a verle, su apoyo era siempre muy positivo en cualquier iniciativa, incluso le presente alguno de nuestros clientes, lo cual le hizo mucha gracia y le agrado sobremanera.
Antes de su muerte yo sabia que estaba enfermo, su hijo me mantenía al corriente, incluso fui a verle unos días antes del desenlace y postrado en la cama me recibió. Estaba muy deteriorado y me entristeció.
Siempre recuerdo, no sin cierta emoción, la carta que me escribió el jefe cuando contrate a su hijo, aquí os reproduzco el texto, aunque me produce cierto pudor reproducirla al público creo que se ve su gran calidad humana, es por esto por la que accedo a compartirla:
Dear Ramon,
I am so grateful to have this opportunity to comunicate with you at this time. Hoping that you are doing alright.
I am so glad for the person you have sent to call my son. May God bless to you and I wish you a good life.
My son has done different types of works including driving and he even has a licence. Please he is now in your hands, give him whatever sorth of job you think would be appropiate for him. Any permanent job suitable for him, please do grant him.
I have sent you about 10 kilograms of rice so that you test it.
If you find time, please you can come so that we may meet. I am more than happy for what you have done for me and my family, particulary my son.
Wishing you all the best of luck now and for ever. May god bless you.
Yours Sincery,
GY Sakala
Honourable Chief Chifunda
Consulte con alguno de mis empleados de confianza, todos creían de yo debería ir al funeral del Jefe, pero considerando que entre mis empleados hay muchos Chifunda y que además el hijo del Jefe es su compañero decidí que deberíamos ir todos, y así fue.
Nos dirigimos a Luelo donde se encuentra el Palacio del Jefe, aquí hay que seguir el protocolo rigurosamente, nada más ver nuestros coches aparecer salio el guardia personal del Jefe, con un uniforme antiguo, colonial, color caqui con hombreras de color rojo, las botonaduras eran doradas, nos dijo que para entrar al funeral, según el protocolo, había que entregar un regalo o en su defecto una cantidad de dinero en la puerta, después de entregárselo al portero entramos dentro, donde tenia que saludar al consejo de ancianos y darles un nuevo regalo. Llegar al consejo fue todo un logro, era realmente impresionante la gente que había, además me observaban divertidos, yo era el único Muzungu en el Palacio. Hombres tocando los tambores sin parar, mujeres y hombres bailando en trance, algunos cantando, otros chillando. Mis empleados y yo nos sentamos en el suelo junto al consejo de ancianos, en otra parte del recinto varios hombres despedazaban un Hipopótamo, dos Búfalos y dos Impalas, los desechos los apilaban en una montaña infernal llena de sangre y moscas y las partes comestibles las echaban en agua hirviendo. La fiesta era una mezcla de alegría y pena, es difícil definir el estado de la gente, olía mucho a vino, casi todos estaban bebidos y los que danzaban se acercaban hacia nosotros… dice el protocolo que si se acercan a bailar debes acompañarles y si no lo deseas darles un regalo para que te dejen en paz. Pero lo que fundamentalmente había era un grandísimo respeto al que fuera su Rey, el Jefe Chifunda. El funeral duró dos semanas y durante ese tiempo no dejaron de sonar los tambores, fue sin duda una de las experiencias más impactantes de mi vida.