lunes

Campamento en la noche Africana

La noche cae, instalamos nuestro campamento escogiendo minuciosamente el lugar, encendemos el fuego y pronto surge una animada charla sobre los acontecimientos del día, sentados alrededor del fuego del campamento y esperando a que se haga la cena cada uno comenta ilusionado sus nuevas experiencias, el olor a carne impregna el ambiente, a lo lejos los Hipopótamos salen del agua y sus voces se escuchan en todo lo largo del río, las Hienas se les unen desde todos los puntos de la sabana lanzando largos y fuertes gritos, la interminable orquesta de sonidos naturales invade la noche, nuestra charla se transforma en murmullo, y un manto mágico y salvaje nos envuelve a todos, pronto nos quedamos mudos al escuchar el ronco rugido del León, sus bramidos truenan en la noche, el León, el rey que domina la noche Africana desde milenios, se encuentra a escasos metros de nuestro campamento, despacio nos levantamos de nuestras sillas, y con ayuda de las linternas descubrimos sus siluetas, el brillo de sus retinas al chocar con la luz de nuestras linternas les delata y nos damos cuenta de que aquí somos un injerto extraño en la perfecta maquinaria de la vida y muerte en la Sabana Africana, estos Leones han salido de cacería y somos testigos excepcionales y extraños de sus movimientos en lo que hasta ahora ha sido su dominio, el rugido de estos Leones pone el pánico en el corazón de todas sus presas, nosotros, al calor de nuestro campamento, no hemos hecho más que enriquecernos con tal apasionante experiencia.

viernes

Los Leones devoradores de hombres



"... Con la mosquitera recogida sobre su cabeza y los toldos de la puerta levantados, veía el río Luangwa y el pueblo situado al otro lado donde hacia tres noches el Leon había matado a una mujer llamada Jesleen. El primer día de campamento había oído hablar del animal asesino..."


Los fantasmas del Tsavo · Philip Caputo

El valle del Luangwa comprende una zona de gran extensión, donde conviven los animales salvajes y los hombres desde el inicio de los tiempos. Es de las pocas zonas de África donde los parques nacionales no están acotados con vallas o con barreras urbanísticas difícilmente franqueables por los animales, así que, no he visto en ningún otro lugar de este maravilloso continente, unos hombres poseedores de un sexto sentido como aquí, preparados para el rastreo y la localización de animales desde niños, a veces resulta increíble comprobar como ven un León a muchos metros de distancia y como a ti, sabiendo donde esta, te es imposible verlo.

Asi todo, esta convivencia, produce encuentros peligrosos, y los Leones viejos y hambrientos buscan presas fáciles, por lo que cada año es un buen numero de lugareños el que muere en las fauces de estos enormes felinos. Hay un pueblo, cerca de Luelo, en la comunidad Chifunda, donde no quedan perros domésticos, los Leones en la noche visitan los poblados y ellos son los primeros en caer.

No sin un cierto estremecimiento imagino a los Leones en la oscuridad de la noche caminando en silencio junto a las chozas...