domingo

De camino a North Luangwa National Park

Estoy de camino a las concesiones, después de conducir por estas endemoniadas carreteras durante 5 horas estoy cansado, pero sobre todo, sobre todo, muy solo, hay veces que me angustia esta soledad y estoy deseando volver a casa, pero tengo mucho que hacer aquí, y eso me da fuerzas para continuar. Hay mucha escasez de gasóleo, y hoy he tenido que parar para echar diesel de una Jerrican, ha sido gracioso, tenia que aguantar el embudo y al mismo tiempo la garrafa de 20 litros, procurando no derramar nada, siempre termino oliendo a combustible.

He parado a descansar en pueblo que se llama Mpika, he cogido una "habitación" en un motel, quizás el aspecto de esta habitación es lo que me ha deprimido un poco, pero es lo mejor que hay por los alrededores, vaya mierda, si tuviese con quien hablar quizás no pararía en toda la noche, pero aquí ni siquiera hay teléfonos. Para colmo solo tienen de beber Fanta y Coca Cola, menos mal que entre mi equipaje guardaba una botellita de vino del avión, y me hice un calimocho. Al menos la cama tiene una mosquitera, la pondré y asi no veo el resto de la habitación :-).

Mañana entrare en el Parque Nacional, creo que estaré unos cuatro días, organizando un poco a los obreros que tengo allí currando, quiero montar el deposito y el pozo de agua potable, tengo la pickup llena de materiales, incluido el deposito de 2500 litros. Ya tengo ganas de al menos terminar del todo el campamento y de que me instalen la comunicación via satélite, de esta forma estaré mas cómodo y sobre todo comunicado. Por lo demás el entorno es formidable, lleno de naturaleza y animales, eso me reconforta.

sábado

De camino al Parque Nacional de Kasanka

Hoy salimos en dirección a Kasanka, creíamos llegar en 4 o 5 horas, pero calculamos mal, casi hemos tardado el doble, llegábamos a las 7 de la tarde a la puerta del parque que estaba ya cerrado, pero inmediatamente salio, como siempre, como de la nada, un Scout, que tras explicarle quienes eramos nos dejo continuar.

La pista al Lodge era directa, no teníamos riesgo de perdida, tampoco teníamos muchas ganas de llegar, así que paramos en mitad del camino para poder ver el magnifico cielo estrellado de Africa, que maravilla, la vía láctea se distinguía con total precisión, la cruz del sur, las nubes de magallanes, todas imprimían en nuestro espíritu un nuevo sentimiento de misterio y grandeza... Luego continuamos hacia el Wasa Lodge, donde nos esperaban, incluso nos dieron de cenar.

Al día siguiente decidimos recorrer el Parque, llegamos al pontón que estaba estropeado y cruzamos el río a través del agua, según parece infestado de cocodrilos. Fuimos a un mirador que esta construido sobre un enorme árbol Mahogani.

Por unas escaleras de madera subimos unos 15 metros hasta la base del Hide, me recordó muchísimo a aquella cabaña de madera que estaba construida sobre pilares en el bosque de Kibale en Uganda, ese recuerdo entrañable me hizo apreciar mas este tipo de construcciones que hacen especiales determinados momentos de tu vida y de tu viaje.

Después de cruzar enormes llanuras de pastos donde pudimos ver infinidad de Pukus llegamos al Luwombwa Lodge, un sitio precioso a orillas del río que da nombre al alojamiento. Nos enseñaron los Bungalows, todos ellos con una romántica terraza que salia directa al río. Un sitio al que me gustaría regresar.

Historias al fuego del Campamento

Otra historia de Dave Cumings:

HISTORIAS DE AFRICA #3: “What would you do if someone came and killed your child?”

From Dave Cumings

Another story from the Low Zambezi. A group of National Park scouts were going home one evening after doing work on the roads and a cow elephant which had been looking in the bush suddenly rushed out and grabbed the last person in the line and killed him. It appeared that this elephant had been hiding there for most of the day. When an investigation took place, which has to happen when someone is killed by an animal, they tracked the animal to the way it came from, the story eventually unfolded as follows:

This particular scout although he worked for National Parks and was supposed to be conservation oriented he was part of the group of poachers who were putting snares in the bush. And this elephant’s calf was cut in one of the snares and died. This elephant had then using the sense of scent alone had followed this man’s tracks to his house in the village and waited there hidden for him most of the day. He was out in the bush and didn’t come back and waited there all night. Next day it picked up his tracks because he got tired of waiting followed him out into the bush and ambushed him and killed him. Our warden at the time was approached by all the village people to kill this elephant because they said “you can’t have an animal here that kills people” and the warden refused to do this. His words were actually: “What would you do if someone came and killed your child?”. And this is one of the very rare occasions in situations like this where people don’t take advantage to kill an animal and get the meat where they actually treated it almost as you would have treated a human being.

Historias al fuego del campamento

En Lower Zambezi, en Chiawa Camp, Dave Cumings comienza con sus historias:

HISTORIAS DE AFRICA #2: The largest lion pride on earth

From Dave Cumings

No history has ever been recorded, that was 47.

46??

47. Grant says 46, I say 47, but anyway it’s irrelevant, once you got over 40, you’re getting a very unusual size. But this group stayed together for 84 years. There had been big prides of lions in 85 before, around the 40 level, but for very short periods: weeks, a month and nobody knows why. Three or four prides get together and then part after few weeks. So this is the first time there was a total single pride stayed together with bonded males and cubs and we there was also a very heavy elephant poaching going on at the time; we used to loose between 40 and 50 elephants a year to poaching. And slowly with our arrival in the park and intensive anti-poaching we began to get on top of the poachers. And the more successful we got the lion pride size started to diminish, until one day they actually split up into four about three years later.

We discovered that what was actually happening, you know there is a natural mortality rate with lion cubs of about 86% and that’s due to hyenas, crocodiles when they are crossing these little rivers and things, and what these animals were doing they were just moving from one elephant carcass to another the poachers were killing and because there is four times meat there they would be there for a week and the natural mortality rate disappeared almost immediately

De viaje a Lower Zambezi (Zambia)

Ya estamos listos para emprender nuestro viaje al valle del Zambezi, nos encontramos en la sala de espera de una compañía privada de avionetas en la capital de Zambia, Lusaka. Antes de iniciar nuestro viaje el piloto de origen europeo nos invita a un té frío, hace mucho calor y los ventiladores de la sala son un alivio para nosotros. Por fin el piloto nos indica que todo está listo para nuestra partida, somos los únicos que vamos a utilizar esta avioneta, salimos del hangar hacia la pista y podemos ver que vamos a volar en una antigua avioneta Islander, debe tener unos 35 años de antigüedad y la verdad es que no me transmite mucha confianza, el volar en avioneta siempre me inspira mucho temor, aunque hace años inicié los cursos para obtener el título de piloto, tuve una malísima experiencia volando desde Johannesburgo hasta Maseru, la capital de Leshoto. Aquí se había iniciado una revuelta que amenazaba con una guerra civil, la única posibilidad de poder volar hasta Maseru era en un vuelo privado ya que todo los vuelos internacionales se habían cancelado y el aeropuerto de la capital estaba cerrado, contratamos una avioneta bimotor Pipper, y en pleno vuelo uno de los motores dejó de funcionar, momento en el que piloto y copiloto se miraron con cara de incredulidad, al cabo de varios minutos el otro motor comenzó a chorrear aceite peligrosamente, después de volar así durante más de 45 minutos conseguimos encontrar una zona donde poder hacer un aterrizaje forzoso sin mucho riesgo, desde entonces mi afición a volar se limita exclusivamente a la necesidad. Sin embargo me encanta hacerlo en ultraligero o en helicóptero.

Después de volar los primeros quince minutos se nos descubre un paisaje fabuloso, intacto, sin pistas ni carreteras, donde después de unas colinas aparece el Valle del río Zambezi. El calor, el poco espacio en la avioneta, el ruido y las ganas de tomar tierra se ven recompensados con estas magníficas vistas.

Voy sentado en el último asiento de la avioneta junto con nuestros petates y nuestro equipo, afortunadamente las ventanillas de esta avioneta son grandes y no me estoy perdiendo nada del paisaje, al mirar hacia delante me hace gracia el observar a mi amigo Luis Gerardo encajado en un asiento pequeño y dando con la cabeza en el abollado techo, creo que es demasiado grande para este tipo de avionetas. Por fin podemos ver la pista aterrizaje, es una pista de arcilla que desde aquí puedo ver que tiene demasiados desniveles, quizá sea por eso por lo que no vienen a ese lugar avionetas más modernas y caras. El aterrizaje es bastante accidentado debido al estado de la pista y a los baches provocados por el aire caliente, pero nada más tocar suelo mi ánimo cambia radicalmente, ya me encuentro totalmente seguro. Nada más salir de la avioneta nos recibe un sonriente conductor local que ha sido mandado a buscarnos por la familia Cumings, de los que somos invitados en su campamento dentro del parque nacional de Lower Zambezi. La familia Cumings es conocida en todo Zambia, ya que llevan toda una vida dedicada a la conservación de la fauna, a su protección contra la caza furtiva y a su entrega en el desarrollo sostenido del turismo en una zona tan sensible como es la frontera de Zambia con Zimbabwe. Siempre han pretendido y personalmente creo que lo han conseguido, el encajar a los turistas que visitan su campamento en la vida salvaje sin crear un impacto ambiental que perjudique la zona y sus habitantes.

Nos subimos al vehículo 4x4 que nos espera y nos adentramos en el parque nacional, de camino podemos ver algunas especies típicas de este parque que yo no había visto en otras zonas como la gallina de Guinea encrestada. Vemos que las pistas del parque están muy poco desarrolladas, son difíciles y bastante duras, por lo que prefieren llevarnos hasta río Zambezi y aquí coger una barca motor y remontar del río hasta su campamento. El viaje en barca por el río si cabe es bastante más interesante, podemos ver todo tipo de animales que se acercan a sus orillas a beber, grandes bañas de hipopótamos, familias completas de elefantes y algún peligroso cocodrilo. En el pequeño muelle del campamento nos está esperando Grant, el hijo de Jenny y Dave Cumings, él vive en este campamento durante la temporada alta ya que en la época de lluvias el campamento permanece cerrado.

El campamento de Chiawa esta abierto desde 1989, en este año era el único campamento en todo el parque nacional de Lower Zambezi ahora dentro del parque hay seis. La palabra Chiawa significa " un buen lugar para descansar " especialmente después de un largo viaje, renombrados exploradores como Selous o Livingstone pasaron por esta zona.

Grant me dice que su padre todavía no ha llegado, y que le esperan mañana. Al parecer viene con su gran amigo el Padre Mckenna un fraile capuchino que esta en Zambia desde el año 1966 y que trabajó durante 18 años en la ciudad de Livingstone, ahora es el provincial de la orden de los capuchinos en el país. Me alegra saber que el Padre Mckenna viene a pasar estos días también al campamento, es un personaje bastante peculiar, antes de fraile fue boxeador y un experto judoca, de hecho entrena a la selección de Zambia en judo. Con sus 70 años y sus casi dos metros de altura sigue siendo una persona fuerte y robusta, estoy seguro que pasaremos grandes veladas juntos en el fuego del campamento.

Con Grant empezamos a organizar las actividades que podemos realizar desde el campamento, en principio prepararemos excursiones en barca y en canoa por el río Zambezi, también podemos realizar safaris en 4 por 4 tanto nocturnos como diurnos. Parece ser que una manada de perros salvajes ha aparecido en el Valle, cuando finaliza la época seca y ya se intuyen las primeras lluvias es frecuente que los Licaones aparezcan en estas zonas de fauna, ya que los Impalas comienzan a tener sus primeras crías, y es una caza fácil para estos perros, aunque son tremendamente eficaces cazando piezas grandes. Parece claro que hemos fijado como uno de nuestros objetivos la localización de este grupo de canidos ya que observarlos en libertad hoy en día es un auténtico privilegio dado que se encuentran en peligro de extinción y son muy difíciles de ver. Después de todos los preparativos y proyectos nos preparan una magnífica Lasaña y nos disponemos a comer. Hemos quedado que después de la siesta cogeremos el bote para empezar nuestra primera excursión por el río Zambezi, las tiendas están bajo árboles enormes y gracias a un ventilador conseguimos dormir sin apenas pasar calor; entre sueños he podido escuchar el rugido lejano de un león macho, me levanto rápidamente y busco a Grant, el también lo ha escuchado y me dice últimamente los leones están un poco revueltos, probablemente se deba a que alguna hembra este celo o a la visita inesperada de un macho ajeno a la manada. Por el día los leones se pasan las horas durmiendo, es raro escuchar esto rugidos a estas horas, por lo que cambiamos nuestro programa y nos decidimos a buscar a este león macho, después de varias horas de búsqueda a través de las duras pistas del parque nacional logramos nuestro objetivo y conseguimos ver un macho de unos cinco años de edad de un porte magnífico y de gran melena negra, haciendo caso omiso de nuestra presencia se pone a rugir justo delante de nosotros, Grant inmediatamente le reconoce y nos dice que es Dam, es, junto con su hermano, el macho dominante de una de las manadas del Valle, está solo y probablemente ruge para llamar al resto de su familia. Mientras observamos a este fabuloso macho Grant nos cuenta una historia en la que se vieron involucrados ambos. Una noche en un safari nocturno le vieron acechando a un gran búfalo, lo siguieron de lejos para tratar de ver la posible cacería que se adivinaba, sin molestar a ninguno de los dos. Finalmente la cacería se produjo cerca de un pequeño lago, donde al parecer habita un gigantesco cocodrilo. Al ver una comida fácil el cocodrilo salió del lago, consiguió incluso espantar al gigantesco Dam y hacerse con la presa, ante tan inesperado desenlace y observando un acontecimiento sin precedentes en la vida salvaje, Grant avisó por radio a sus compañeros en el campamento y rápidamente llegó otro coche con turistas para observar el dramático acontecimiento, sin embargo ese coche se colocó entre el cocodrilo y el lago, que es su camino habitual de huida en caso de peligro. Ante tal circunstancia el cocodrilo se puso nervioso giro inesperadamente, abandonó a su presa y corrió hacia lago intentando huir por debajo del coche, el ejemplar era tan grande que se quedó incrustado entre el suelo y el coche agitando con fuerza su gran cola. Los turistas que estaban dentro del coche gritaban asustados, el conductor no tuvo más remedio que arrancar el coche y continuar hacia delante atropellando al cocodrilo que afortunadamente no sufrió ningún daño y pudo continuar hasta su hogar, a los pocos minutos volvió a aparecer Dam esta vez trató de alejar su presa del lago y devorarla así mas tranquilamente.

Después de observar durante largo rato a este impresionante ejemplar de León macho, regresamos al campamento. Nuestro primer safari en el parque ha sido espectacular, hacía mucho tiempo que no veía a un León rugiendo. Era habitual escucharlo cada noche pero verlo es realmente difícil. En el camino de regreso, pudimos ver la fauna característica de este parque nacional, los Impalas cruzándose en nuestro camino dando impresionante saltos de casi nueve metros de longitud, pequeñas manadas de búfalos, elefantes y algún Waterback. De camino se hizo la noche y encendimos un potente foco para poder observar mejor la fauna que se descubría a nuestro alrededor. Según cómo refleja la luz la retina de los ojos de los animales los guías saben más o menos de qué animal se trata, así me dicen que por ejemplo un leopardo devuelve una luz anaranjada y parpadea con frecuencia cuando se le ilumina. Fue curioso al regresar que un animal nos devolviese tan sólo un solo reflejo, parecía un depredador, al acercarnos pudimos ver la silueta de una hiena, que probablemente había perdido uno de sus ojos en alguna lucha con Leones o con miembros de su propio clan.

Al llegar al campamento nos estaban esperando en la puerta con una toalla empapada en agua, nos limpiamos el rostro y las manos de ese polvillo característico que siempre te embadurna en cualquier safari africano. Nuestra primera parada en el campamento fue el bar, donde animadamente compartimos nuestra experiencia con otros viajeros, mientras tomamos una cerveza Moshi, fabricada en Zambia y que nada tiene que envidiar con las europeas. Con unos cánticos preciosos el staff del campamento nos anuncia que la cena está preparada, rápidamente nos dirigimos al comedor y esa noche cenamos cocodrilo.

Para el día siguiente teníamos previsto salir en las canoas y hacer una excursión por el río Zambezi. Nos levantamos temprano casi antes del amanecer y así lo hicimos. A lo largo del río Zambezi se pueden ver gran cantidad de aves, garzas, cigüeñas, avefrías, Martines pescadores y cormoranes.

La vida en el campamento de Chiawa es muy sencilla y tranquila, habitualmente se hacen dos actividades por día, las horas de máximo calor se aprovechan para comer y descansar y después de la cena es costumbre el tomar una copa en el bar o alrededor del fuego del campamento a orillas del río Zambezi, es cuando podemos escuchar las formidables historias que nos cuentan los más experimentados del lugar. Aprovechamos este momento para hablar con Dave Cumings y con el Padre Mckenna.